ENSAYO DE LA INTERCULTURALIDAD EN EL EJERCICIO DEL CÓDIGO DE CONVIVENCIA
INTRODUCCIÓN
Vivimos en una sociedad intercultural, lo que significa
que nos relacionamos con personas pertenecientes a otras culturas. Esta
convivencia, como sucede en cualquier otro ámbito de la vida, produce roces y conflictos originados por diferentes formas
de contemplar las cosas o interpretar los acontecimientos en función de las claves culturales y vivencias
propias. Por tanto, es imprescindible que aprendamos a convivir en un entorno
de diversidad cultural y a conocer las características de los conflictos
interculturales para conseguir una buena convivencia.
DESARROLLO
Hablar de interculturalidad en el ámbito escolar
es abordar los derechos humanos y la universalidad de los valores con respecto
a las diversas culturas que conviven en ese determinado escenario, la cultura
está constituida por el conjunto de los saberes, saber-hacer, reglas, normas,
interdicciones, estrategias, ideas, valores, mitos, que se transmiten de
generación en generación, se reproducen en cada individuo, controla la
existencia de la sociedad y mantiene la complejidad psicológica y social. Las
culturas están aparentemente encerradas en sí mismas para salvaguardar su
identidad singular. Pero en realidad, también son abiertas: integran en ellas
no solamente saberes y técnicas sino también ideas, costumbres, alimentos,
individuos provenientes de otras partes. Las asimilaciones de una cultura a
otra son enriquecedoras.
Bajo esta concepción de cultura es como se
intenta explicar, la interculturalidad en el aula de clases de secundaria. Esas
distintas formas de enfrentar el día a día, de intentar convivir dentro de un
mismo espacio y de asimilar los conocimientos al mismo tiempo pero en distintas
perspectivas y dimensiones es lo que provocan que al interior de las aulas de
clase de secundaria se viva una interculturalidad y al mismo tiempo una
intolerancia entre iguales.
El aprendizaje de la convivencia concierne a las
instituciones educativas, quienes además resaltan la importancia del trabajo
cooperativo, frente al competitivo y la importancia del diálogo, la reflexión y
la idea de pertenencia al grupo, como medios que facilitan el desarrollo de
habilidades para la mejora de la convivencia.
La convivencia es un
componente indispensable de la calidad educativa porque alude al tejido humano
que construye y posibilita el aprendizaje. Esto supone la capacidad de trabajar
con otros, de resolver las diferencias y conflictos que se presentan en clase,
de reconocer y apoyar situaciones que puedan demandar del apoyo y solidaridad
de los compañeros, la capacidad de escucha activa y de diálogo así como la empatía,
es decir, la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona.
Las comunidades de
aprendizaje nacen cuando emerge un vínculo, un sentido de responsabilidad en la
acción común y en el aprendizaje del otro. Es desde la convivencia, que permite
crear determinados lazos entre las personas, que una escuela puede avanzar en
la dirección de hacerse comunidad, personas que se educan mutuamente.
CONCLUSIÓN
La
convivencia intercultural debe ser de forma armónica por parte de toda clase de cultura ya sea religión, raza, política.
Para mejorar la
convivencia es fundamental que resulte la participación de la comunidad
educativa, más aún a la hora de elaborar normas de convivencia, para que no se
perciban como algo “impuesto desde arriba”. En este sentido no nos distanciamos
mucho respecto a otros sistemas educativos, donde hay autoras, que hacen la misma
observación cuando mencionan que las normativas escolares no suelen involucrar al
alumnado ni a las familias en su formulación.
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